Ir al contenido principal

EL MANDIL DEL COMPAÑERO, LA LETRA G

A.’.L.’.G.’.D.’.G.’.A.’.D.’.U.’.
Trabajo de Buril “EL MANDIL DE COMPAÑERO, LA LETRA G”
Comp.’. Mas.’. de la Resp.’. Log.’.Simb.’. UNIÓN Y FUERZA no. XXI
Corresponde a la letra G del alfabeto latino o romano. Se deriva de la C, que entre lo relativo se usaba indistintamente para representar los fonemas /c/ y /g/. Sin embargo, en latín, la diferencia entre los dos sonidos era importante, porque ayudaba a entenderse ciertas palabras. Probablemente evolucionó del grafema protosemítico que originó elgimel fenicio y la gamma griega. En el siglo III a. C., el liberto Espurio Carvilio —quien fuera esclavo del cónsul Espurio Carvilio Ruga— decidió agregar un pequeño rasgo a la C para producir una letra nueva y representar así el fonema velar oclusivo sonoro como distinto del velar oclusivo sordo.

La letra G, símbolo esencial de la Logia de Compañeros, no sólo posee una multiplicidad de significados, sino que, característica propia de la Masonería, presenta incluso varios orígenes distintos. Entre sus numerosos significados destacan el del G.·.A.·.D.·.U.·., Principio Universal que ha trazado los planes del macrocosmos y el de la Geometría Sagrada, la ciencia que por excelencia predispone para la unificación del microcosmos y el macrocosmos, pero ante todo, y en virtud de que esta letra se encuentra en el centro de la Estrella Flamígera, su principal significado iniciático en la Logia de Compañeros es la representación del Principio Divino que reside en el corazón del hombre dos veces nacido, el Germen de Inmortalidad, latente en el centro del microcosmos humano.

Que la letra G representa tanto al G.·.A.·.D.·.U.·. como al centro del microcosmos humano es, fácil de comprender puesto que el polo y el centro son en el fondo una sola y misma cosa, el punto único que permanece fijo e invariable en todas las revoluciones del devenir. El centro del estado humano, o lugar del Hombre Verdadero, puede ser representado como el Polo Terrestre, mientras que el centro del Universo total, o lugar del Hombre Trascendente, lo es como el Polo Celeste, siendo el Polo Terrestre el reflejo o proyección del Polo Celeste. Por eso, salvo en los casos donde ambos Polos son señalados expresamente por símbolos distintos, no ha lugar a diferenciarlos, teniendo así el mismo simbolismo aplicación en dos grados de universalidad diferentes, lo que revela además la identidad virtual del centro del estado humano con el centro del ser total, pues desde el punto de vista humano, el Hombre Verdadero no puede ser distinguido de la “huella” del Hombre Universal.

Se encuentra en los antiguos rituales de la Masonería un claro ejemplo de esta separación expresa, donde la letra G representa al Polo Universal, pues estando figurada en el centro de la bóveda, cae suspendida de ella la Plomada del G.·.A.·.D.·.U.·. directamente sobre el centro de una swastika (cruz cuyos brazos están doblados en ángulo recto)  trazada sobre el piso, que, por analogía, representa al Polo Terrestre. En cambio, la letra G situada en el centro de la Estrella Flamígera, representación del Hombre Verdadero u Hombre Regenerado, alude directamente al principio divino que reside en el corazón del iniciado, polo del microcosmos humano.
En ambos casos, la letra G sustituyó a la letra Iod hebraica, como consecuencia de la asimilación fonética de Iod con God, siendo este hecho lo que transfiere a la letra G su verdadera significación esotérica e iniciática, pues por sí misma, al no formar parte de una lengua sagrada, no podría ser considerada como un verdadero símbolo sagrado.

Iod, primera letra del Tetragramatón (el Nombre Divino Inefable) representa al Principio, de tal suerte que puede considerarse que ella sola constituye un nombre divino, el primero de todos según ciertas tradiciones. De hecho, en hebreo, a veces el Tetragramatón se representa abreviadamente por tres Iod o por una sola, inscrita dentro de un triángulo. Su primacía viene indicada por su misma forma que evoca un punto o un germen, simbolizando la esencia indivisible que se encuentra en el origen de toda la creación, de tal manera, que la letra Iod constituye el elemento principal del cual se derivan todas las demás letras del Alefato. Por todo ello la Iod, como la G, tras la transposición comentada, es a la vez Principio y Germen, Principio en el mundo superior, que contiene en potencia todas las cosas, y Germen en el mundo inferior, que está contenido en todas las cosas.

Por otra parte, la letra ha sido asociada siempre a la semilla (o germen) porque encierra un contenido significativo, que debe ser extraído y desarrollado en la conciencia, ya que en la letra se esconde lo nombrado. Puede verse en todo ello una estrecha relación con el simbolismo de la Palabra de Paso, que permite al Aprendiz la entrada en la Logia de Compañeros. Tal palabra, ligada al Paso de las Aguas, se representa precisamente por una espiga de trigo al lado de un río, en alusión a un pasaje del Libro de los Jueces, donde se relata cómo la correcta pronunciación de la consonante inicial de esta palabra permitía el paso del Jordán, mientras que la incapacidad de pronunciarla correctamente arrastraba a la muerte. La inicial es el símbolo del Principio y, en materia de iniciación, todo desconocimiento del Principio (el empobrecimiento del sentido de las Palabras Masónicas) cierra el camino y conduce al error y a la muerte. Ninguna enseñanza exotérica es capaz de otorgar el conocimiento real, que el hombre debe encontrar solamente en sí mismo, pues todo lo que el hombre aprende ya está en él y todas las experiencias y aprendizajes no son más que ayudas que contribuyen a la anamnesia o reminiscencia. Pero para poder acceder al conocimiento es necesaria una transmisión iniciática, que permita el despertar de las posibilidades latentes que el ser porta en sí mismo, habiendo ahí una verdadera cuestión de cualificación, pues en la edad en que vivimos la Verdad ya no es accesible a todos los hombres indistintamente. Toda iniciación comprende necesariamente varias fases que se corresponden con otros tantos estados correspondientes. Estos grados pueden ser reducidos a tres, que vienen caracterizados por las fases de nacer, crecer y producir, o, en otras palabras, descubrimiento, asimilación y propagación de la Luz. Y es precisamente la conciencia de la Luz lo que constituye el Secreto masónico, cuya posesión cualifica para el paso a otro grado.

Todo símbolo sagrado, por su condición vehicular, supone la posibilidad de un pasaje desde la realidad material hacia la verdad interior oculta. En concreto, el cruce de una orilla a otra del río, y a causa de la necesidad de esa cualificación iniciática de la que hablábamos, representa el lugar de pruebas y peligros donde el hombre comunica con su propia realidad espiritual y resulta posible el paso de uno a otro grado del ser. El Paso de las Aguas, por lo demás, suele estar asociado con un simbolismo violento que caracteriza a ese hiato o discontinuidad que marca el paso “violento”, primero de lo profano a lo sagrado, de lo exotérico a lo esotérico después y, finalmente, de los misterios menores a los misterios mayores. Durante el paso de lo exotérico a lo esotérico, que realiza el Compañero vemos en la realización del quinto Viaje, durante el cual la punta de la espada del H.·. Exp.·. incide en el corazón del inminente Compañero, una correspondencia con el uso que hace Alejandro Magno de la espada, al cortar con ella el nudo gordiano, que le confiere el acceso a Asia, y que supone un Paso de las Aguas equivalente al llevado a cabo por César en el Rubicón (o río Rojo) o al realizado por el pueblo judío, bajo la amenaza de las tropas del Faraón, en el Mar Rojo. De hecho, podemos ver en la herida realizada en el corazón por la punta de la espada del H.·. Exp.·., que actualiza la marca impresa por la punta del Compás cuando el Neófito presta juramento, otro de los significados de la letra G, debido a la equivalencia simbólica del Ojo del Corazón, la Iody esa herida punzante recibida en el corazón, símbolos que, curiosamente, presentan una semejanza formal particularmente sugerente.

Conocido el simbolismo del corazón como centro de la individualidad humana y sede simbólica del conocimiento, o receptáculo de las influencias espirituales, el Ojo del Corazón representa propiamente a la Intuición Intelectual, esa capacidad suprahumana por la cual, el ser humano puede participar directamente de la Inteligencia Universal. La Intuición Intelectual reside en el corazón y no podría ser de otra manera, ya que, es en el centro mismo del ser donde se halla el punto de contacto con lo Divino. El Conocimiento del Corazón, que penetra a un ser desde el interior y lo ilumina con su irradiación, es en sí mismo incomunicable, de ahí que el simple conocimiento de las Palabras Masónicas no haga partícipe del Secreto. Para alcanzar el conocimiento real el hombre debe transferir su conciencia al corazón, pues es allí donde el Germen de Inmortalidad madura y fructifica.

La letra G, decíamos, representa a ese Germen permanente e indestructible del ser, el Núcleo de Inmortalidad, denominado Luz en la tradición hebrea, del cual se dice que se localiza en diferentes lugares del cuerpo humano, en función de la fase de desarrollo espiritual del iniciado, que se corresponden con los centros orgánicos sutiles de la doctrina hindú denominados chacras. Así, mientras en el hombre ordinario, inmerso en el estado de sueño, el Luz se localiza en la base de la columna vertebral, es en el corazón donde ocurre la fase inicial de su germinación, que constituye propiamente el segundo nacimiento, que culminará cuando el Luz se sitúe en el Ojo Frontal, lo que corresponde a la perfección del estado humano o reintegración del estado primordial. Finalmente, su localización en la coronilla permitirá el paso a los estados supraindividuales del ser. Por consiguiente, la letra G, representa tanto al Ojo del Corazón (particularmente cuando la Iod aparece escrita dentro de un corazón), como al Ojo Frontal o Tercer Ojo, que permite la contemplación del eterno presente y caracteriza al Hombre Verdadero o microcosmos regenerado, simbolizado por la Estrella Flamígera, e incluso, macrocósmicamente, al Ojo que Todo lo Ve, contenido en el Delta Radiante y situado en Logia entre el Sol y la Luna, ojos derecho e izquierdo respectivamente del G.·.A.·.D.·.U.·. u Hombre Universal.

La etapa de Compañero comienza entonces con la localización del Germen de Inmortalidad en el corazón y finaliza cuando éste alcanza el Ojo Frontal. Al transferir la conciencia al corazón actúa la Intuición Intelectual, regenerándonos hasta devenir en Hombre Verdadero. Es como si, estando al Orden de Compañero, alimentásemos por medio del Signo de Fidelidad el crecimiento de la Espiga, que podría verse reflejada en el Signo del Saludo, como una proyección exterior, que nace en el Germen del Corazón, se desarrolla y florece a la altura de la frente. La Espiga de trigo (como el maíz en la Tradición Americana o el arroz en la Extremo Oriental –alimentos de inmortalidad) simboliza el Conocimiento por transposición de la asimilación corporal a otra intelectual, y su llegada a la madurez indica el florecimiento de las posibilidades del ser. La etapa de Compañero terminará con la muerte de esa espiga, pues el Compañero debe morir nuevamente para poder seguir desarrollándose, ya que deberá volver a nacer, pero esta vez, fuera del mundo de las formas.

Nos queda por comentar todavía otro significado de la letra G, también recogido en el Manual de Instrucción del grado de Compañero, según el cual alude a la Geometría Sagrada, quinta de las Siete Artes Liberales, lo cual no es por casualidad, ya que este grado, que reúne numerosos elementos provenientes de la Tradición Pitagórica, está situado bajo el signo del número cinco.

En la Escuela Pitagórica, la Geometría, junto con el resto de ramas de las Matemáticas, eran consideradas como una preparación indispensable para acceder a un Conocimiento superior. Platón, que también consideraba la Geometría como un símbolo de la Verdad espiritual, había inscrito sobre su escuela: “Nadie entre aquí si no es geómetra”, lo que se comprende fácilmente cuando se sabe que a él mismo se le atribuye la fórmula de que “Dios hace siempre Geometría”. Cuando se habla de un Dios geómetra se está aludiendo a Apolo, pues si bien todas las ciencias estaban atribuidas a Él, esto era incluso más especialmente en cuanto a la Geometría y a la Medicina. La letra G, inicial de la inscripción grabada al frente del Templo de Apolo: “Gnothi séauton” (“Conócete a ti mismo”), evoca la Gnosis y, más particularmente, el Conocimiento adquirido por la vía iniciática de la Geometría

En los antiguos manuscritos de la Masonería operativa, la geometría se identifica constantemente con la Masonería misma, identificación particularmente apreciable en los numerosos símbolos de origen pitagórico presentes en el grado de Compañero. En este origen del significado de la letra G, ésta ha tomado el lugar de su equivalente la Gamma griega, letra que, en sí misma presenta cierto interés desde el punto de vista del simbolismo masónico, en razón de su forma misma en escuadra. Es más, el conjunto de cuatro Gammas colocadas en ángulos rectos las unas respecto de las otras conforma la swastika, lo cual alude nuevamente a la posición central o polar de la letra G. La swastika como la letra G son símbolos de la Estrella Polar, la cual es a su vez símbolo del G.·.A.·.D.·.U.·..
En resumen: la letra G en nuestro mandil de Comp.’. simboliza:

Geometría, o la Quinta Ciencia (la Geometría, que ocupa el quinto lugar en la enumeración de la Siete Artes Liberales, se identifica con la Masonería) y alude “Al Gran Geómetra y Ordenador del Universo” y “A Aquél que fuera elevado hasta el pináculo del Templo Sagrado”, identificando al “Gran Arquitecto del Universo”.

God o Dios en inglés, la letra "G"sustituyó al yod hebreo, símbolo del Principio o de la Unidad, debido a la similitud fonética entre God y yod.

Generación, la vida y su transmisión están depositadas en elementos en oposición activa, fuerzas representadas a su vez en las columnas J y B del templo masónico. Este principio pertenece a la tradición unánime y aparece nítidamente representado en el Yin-Yang oriental.

Gravitación, se puede entender como la energía que liga a los miembros de la masonería entre sí, lazos que no son solo intelectual, sino también de tipo emocional, lo cual refuerza las ataduras espirituales en la obra común.

Genio, podría describirse como la inspiración intuitiva que conduciría al perfeccionamiento, no solo de manera individual, sino para todos los iniciados.

Gnosis, es un el conocimiento Tradicional o iniciático que constituye el fondo común de todas las iniciaciones, cuyas doctrinas y símbolos se han trasmitido, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días. Su concepción está ligada al conocimiento absoluto e intuitivo, especialmente de la divinidad, que pretendían alcanzar los gnósticos, como expresión particular de la gnosis, la numerología, parte de la base que los números no son sino símbolos. Se dice que los números son símbolos o acordes que operan en el plano espiritual; en cambio, los signos numéricos son grafismos utilitarios para ser usados por la mente y medir las cosas en el plano material.

Bibliografía

Adolfo Terrones Benitez, A. L. (sin año). Los 33 temas del aprendiz masón. santa cruz bolivia: www.upasika.com.
ARTRUO E. POWELL, S. V. (2006). LA MAGIA DE LA FRANCMASONERIA. MEXICO DF : BERBERA.
WIRTH, O. (2006). EL LIBRO DEL COMPAÑERO. CIBELES.



COMP.’. MAS.’.

EVERARDO CERECERO MARTINEZ

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL MANDIL DEL COMPAÑERO, UNA DESCRIPCIÓN GENERAL

A.’.L.’.G.’.D.’.G.’.A.’.D.’.U.’. Trabajo de Buril “EL MANDIL DEL COMPAÑERO DESCRIPCIÓN GENERAL” Comp.’. Mas.’. de la Resp.’. Log.’.Simb.’. UNIÓN Y FUERZA no. XXI La palabra MANDIL viene de la voz latina “MANTILE”, la que también se traduce como sinónimo de “MANDIL-LANDIN”, en el primer caso y en términos profanos, se refiere a un trozo de tela impermeable que se sujeta al cuerpo a la altura de la cintura por medio de una Cuerda o Cinta, afecta diferentes formas y tamaños y sirve para proteger las ropas del individuo que lo usa durante los trabajos rudos; también se refiere al nombre que recibe el trozo de cuero que usan los Soldados de la Banda de Guerra, con el fin de preservar la antepierna del pantalón, de las rozaduras que producen los arillos de los tambores; y en el segundo caso se trata de un pedazo de bayeta que se pone sobre el lomo de los caballos y bajo la silla de montar; pero también en el primer caso, recibe los nombres de DELANTAL y de PECHERA, el delantal es

LOS CINCO ESCALONES

A.’.L.’.G.’.D.’.G.’.A.’.D.’.U.’. Trabajo de Buril “LOS CINCO ESCALONES” Comp.’. Mas.’. de la Resp.’. Log.’.Simb.’. UNIÓN Y FUERZA no. XXI En el Libro de los Reyes, la construcción del templo, 6,8 dice así: “La entrada que conducía a la cámara del medio estaba situada en el lado derecho del templo y tenía acceso por medio de escaleras de caracol a la cámara del medio, y de ésta comunicaba a la tercera.” grado del compañero masón. “SCALARI” o peldaños de una escalera, definidos como el paso dado en sentido progresivo o el  grado  de ascenso hacia un objetivo determinado. Para el hombre antiguo los escalones eran el puente que lo conducía a las alturas, logrando así un contacto más cercano e íntimo con sus dioses. En las pirámides mayas, las gradas configuraban empinadas y extenuantes escalinatas, que enlazaban la esfera de los mortales con la de los dioses, a quienes rendían tributo y sacrificio en los templos emplazados en sus  cúspides. En la sociedad moderna, las

EL MALLETE

El mallete, que es como un martillo de madera, representa en la Masonería a la autoridad, por eso es utilizado por el Venerable Maestro, que es el Presidente de la Logia y, por consiguiente, preside los trabajos masónicos, y también por los Primero y Segundo Vigilantes, que son los Primero y Segundo Vicepresidentes de la Logia, respectivamente. Solamente esas tres Luces del Taller hacen uso del mallete. El mallete “es el símbolo de la voluntad activa, de la energía puesta al servicio de la inteligencia esclarecida por el corazón”. Es de esa manera que el mallete debe ser manejado, principalmente por el Venerable Maestro: con solidez y seguridad, pero con moderación, sin estruendos, para así demostrar equilibrio, serenidad y responsabilidad. Por el sonido de los malletes se puede evaluar el grado de compromiso con la Orden de aquellos que lo manejan. No está de más recordar que la autoridad de una Logia es ejercida por el Venerable Maestro y por los Vigilantes, pues como está prescrito