La luz aquí tiene varios significados: iluminación, divinidad, evolución y entrada al universo interior.
El Iniciado en Masonería, cuando se quita la venda de los ojos de la ceremonia de iniciación, “recibe la Luz”.
Esto simboliza la revelación de todos los misterios y el primer paso hacia el misticismo.
La Ceremonia de Iniciación, con sus símbolos, pruebas, preguntas, supondría dar al iniciado toda la información sobre el Arte Real, es decir, sobre la Masonería.
El candidato es sometido a la ceremonia con los ojos vendados porque la evidencia simbólica debe parecer misteriosa; la oscuridad sugiere "peligros" y suscita preguntas.
Por ejemplo, durante las pruebas, hay uno que escenifica una batalla entre el bien y el mal, con el característico ruido de los combates cuerpo a cuerpo; si el candidato no tenía los ojos vendados, ¿cómo podía imaginar el curso de esa batalla?
Terminada la prueba, los ojos se desvelan y luego comienza a ver, lo que equivale a “recibir la Luz”.
El Masón y todos nosotros estamos permanentemente en tinieblas y anhelando la Luz.
Esta ansiedad es saludable porque conduce al conocimiento.
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