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EL AGUA

El agua, un solvente universal, es uno de los minerales más comunes que se encuentran en todas partes.

En el pasado, los hogares suministraban agua recogiéndola directamente de manantiales y ríos; más tarde, al cavar pozos, construir cisternas, el agua se industrializó a través de tuberías dentro de las casas.

Así como el aire, es indispensable para la vida de los seres.

Es uno de los cuatro elementos de la Naturaleza y simboliza en Masonería, la purificación.

Con cada sorbo de agua ingerida, debemos pensar que, aunque no está clasificada como alimento, actuará en el organismo como un elemento purificador, reemplazando - renovando - todos los fluidos y humores del organismo.

Es un elemento que enfría y apaga la sed; el masón, en su vida sobria, debería preferir el agua a cualquier otra bebida, especialmente alcohólica; nadie abusa de la ingesta de agua; por el contrario, el alcohol induce un exceso, con las consecuencias conocidas.

El agua nos recuerda la templanza, el sentido común y la prudencia.

El masón siempre debe buscar la purificación en cada detalle de su vida.

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