La Sagrada Escritura afirma que Dios, al crear el universo, formó dos luminarias: el sol y la luna, una para iluminar el día y la otra para la noche.
La luna representa el principio femenino; Simboliza la constancia, la regularidad, el afecto, la obediencia, la evolución y la luz que emana de la moral.
Este símbolo, si está dentro del templo, no es meramente un adorno, simboliza todas sus funciones.
La razón por la cual los masones se reúnen semanalmente es el ciclo lunar semanal, ya que cada fase de la Luna implica aproximadamente siete días. En cada fase, el masón debe renovar sus energías, haciendo que la Luna ejerza una fuerza apreciable en la vida.
Sin embargo, pocos saben masónicos sobre la luna y su influencia; los rituales no se preocupan por ella, aunque la astronomía, como una de las siete ciencias del grado de Acompañante, debe tomarse más en serio.
Si el símbolo lunar (selene) se coloca dentro del templo, no fue en vano.
Por lo tanto, el masón debe ser asiduo a su Logia, cuyas reuniones son semanales.
Esta asistencia resultará en su renovación de energías, reforzando los atributos lunares descritos anteriormente.
Si el sol es vida, la luna sigue siendo su reflejo.
Breviario masónico / Rizzardo da Camino, - 6. Ed. - Sao Paulo. Madras, 2014, p. 228
La luna representa el principio femenino; Simboliza la constancia, la regularidad, el afecto, la obediencia, la evolución y la luz que emana de la moral.
Este símbolo, si está dentro del templo, no es meramente un adorno, simboliza todas sus funciones.
La razón por la cual los masones se reúnen semanalmente es el ciclo lunar semanal, ya que cada fase de la Luna implica aproximadamente siete días. En cada fase, el masón debe renovar sus energías, haciendo que la Luna ejerza una fuerza apreciable en la vida.
Sin embargo, pocos saben masónicos sobre la luna y su influencia; los rituales no se preocupan por ella, aunque la astronomía, como una de las siete ciencias del grado de Acompañante, debe tomarse más en serio.
Si el símbolo lunar (selene) se coloca dentro del templo, no fue en vano.
Por lo tanto, el masón debe ser asiduo a su Logia, cuyas reuniones son semanales.
Esta asistencia resultará en su renovación de energías, reforzando los atributos lunares descritos anteriormente.
Si el sol es vida, la luna sigue siendo su reflejo.
Breviario masónico / Rizzardo da Camino, - 6. Ed. - Sao Paulo. Madras, 2014, p. 228
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