ESENCIA:
Es aquello que contesta a la pregunta sobre lo que una cosa es. Es la sustancia considerada como algo definible. "Es manifiesto que esencia es aquello que se entiende por la definición de una cosa"
Es aquello que contesta a la pregunta sobre lo que una cosa es. Es la sustancia considerada como algo definible. "Es manifiesto que esencia es aquello que se entiende por la definición de una cosa"
Es aquello que está compuesto de materia y forma.
"La palabra esencia significa aquello que está compuesto de materia y
forma".
Es aquello que puede ser únicamente forma en un ser
inmaterial.
EXISTENCIA:
Es el acto que permite que una esencia o sustancia tenga ser.
Es el acto que permite que una esencia o sustancia tenga ser.
Aquello por lo cual una sustancia material o inmaterial
es un ser real, es la existencia- "El existir expresa cierto acto. No se
dice que una cosa existe cuando está en potencia, sino cuando es actual".
SOBRE LAS DIFERENCIAS ENTRE ESENCIA Y EXISTENCIA
La distinción entre esencia-existencia NO es una
distinción FÍSICA sino METAFÍSICA.
Esto quiere decir lo siguiente:
La esencia no existe
físicamente separada de la existencia tal como entendió Gil de Roma. Ello
significa que Tomás de Aquino no creía en un "mundo" de esencias
existentes ni en un mundo de existencias "existentes". No hay una
idea general de existencia que "viene de fuera" y se inserta en las
cosas particulares. De todos modos la existencia es un don divino En este
sentido, la distinción es un principio que nos ayuda a comprender la
dependencia de lo creado para con Dios. (Distinción metafísica).
Que no sea una
distinción física no significa que no sea una distinción REAL o que
Tomás pensara que era una mera distinción MENTAL.
a.
Es una distinción REAL siempre que no entendamos por
real lo igual a dos cosas físicas diferentes. Cuando Tomás habla de un
"compuesto real de esencia y existencia" lo que quiere decir es que
el acto por el cual algo tiene realmente su esencia, es decir, por lo que
realmente llega a ser una sustancia, es CAUSADO por algo externo a la
misma esencia o sustancia. Por consiguiente: como las sustancias creadas no son
"causa sui" es por lo que son "compuestas" de esencia y
existencia.
b.
No es una distinción meramente MENTAL la que se
da entre esencia + existencia.
De todos modos, la distinción entre esencia y existencia PODRÍA ser una distinción mental por lo siguiente: yo puedo entender el significado de la esencia de algo con solo comprender el significado de los términos que describen a ese algo. Y todo ello, independientemente de si ese algo existe o no. En este sentido, la diferencia entre esencia y existencia es meramente mental o lingüística. Yo puedo saber lo "que es" el ave fénix y no saber si existe o no dentro de la naturaleza. Ahora bien, supongamos que el ave fénix fuera algo en donde la esencia y la existencia fueran lo mismo. Lógicamente, entonces, si yo llegara a conocer su esencia mediante una descripción mental, debería no solo conocer lo que es sino también si existe. No sucede así, sin embargo.
Ahora bien, si no sucede así, puede objetarse, es porque, en tal ave fénix, no se da realmente la unidad entre esencia y existencia. De ahí la dificultad en conocer su existencia a partir de su esencia. Ahora bien, ¿qué es lo que sucede con Dios? Tomás de Aquino pensaba que en EL, tal identificación, se daba: esencia y existencia coinciden en Dios. Pues bien, si la distinción entre esencia y existencia fuera solamente mental o lingüística, y no real, es evidente que si alguien me explicara lo que significa la palabra Dios debería "ver" inmediatamente su existencia, pero, Tomás de Aquino, pensaba que ello NO era posible.
De todos modos, la distinción entre esencia y existencia PODRÍA ser una distinción mental por lo siguiente: yo puedo entender el significado de la esencia de algo con solo comprender el significado de los términos que describen a ese algo. Y todo ello, independientemente de si ese algo existe o no. En este sentido, la diferencia entre esencia y existencia es meramente mental o lingüística. Yo puedo saber lo "que es" el ave fénix y no saber si existe o no dentro de la naturaleza. Ahora bien, supongamos que el ave fénix fuera algo en donde la esencia y la existencia fueran lo mismo. Lógicamente, entonces, si yo llegara a conocer su esencia mediante una descripción mental, debería no solo conocer lo que es sino también si existe. No sucede así, sin embargo.
Ahora bien, si no sucede así, puede objetarse, es porque, en tal ave fénix, no se da realmente la unidad entre esencia y existencia. De ahí la dificultad en conocer su existencia a partir de su esencia. Ahora bien, ¿qué es lo que sucede con Dios? Tomás de Aquino pensaba que en EL, tal identificación, se daba: esencia y existencia coinciden en Dios. Pues bien, si la distinción entre esencia y existencia fuera solamente mental o lingüística, y no real, es evidente que si alguien me explicara lo que significa la palabra Dios debería "ver" inmediatamente su existencia, pero, Tomás de Aquino, pensaba que ello NO era posible.
Santo Tomás: Por lo dicho se ve claro cómo se halla la
esencia en las diversas clases de seres. Tres maneras presenta la esencia de
hallarse realizada en las sustancias.
·
Existe un ser, Dios, cuya esencia es su ser mismo; por lo
cual, hay algunos filósofos que dicen que Dios no tiene quididad (es la traducción al castellano del latín
"quidditas" o "quiditas", la cual a su vez proviene del
latín "quid", pronombre interrogativo que significa ¿qué es?, ¿qué
cosa?, o de manera indeterminada: "algo".) o esencia, porque su esencia no se distingue de su ser.
Y de eso se sigue que no pertenece a ningún género, ya que todo lo que
pertenece a un género, tiene necesariamente la quididad distinta de su ser,
pues la quididad o la naturaleza del género o de la especie no se distingue en
cuanto a la naturaleza en aquellos de los cuales es género o especie, sino que
lo que es diverso en los diversos sujetos, es el ser.
· La segunda manera de hallarse la esencia es la que se da
en las sustancias intelectuales creadas, en las cuales el ser es distinto de su
esencia, aunque la esencia existe sin materia. Su ser, por tanto, no está
separado, sino que es recibido y, por lo mismo, limitado y restringido a la
capacidad de la naturaleza que lo recibe; en cambio, su naturaleza o quididad
es absoluta (o separada), no residiendo en alguna materia.
·
Por fin, hay un tercer modo de hallarse la esencia, y es
el que se da en las sustancias compuestas de materia y forma, en las cuales no
sólo el ser es recibido y finito, porque también tienen el ser causado por
otro, sino que, además, su naturaleza o quididad es recibida en la materia
designada. Por eso son finitas en ambas perspectivas, hacia arriba y hacia
abajo; y además, a causa de la división de la materia signada son
posibles muchos individuos en una sola especie.
La distinción entre la esencia y la existencia podría
bastar para dar una explicación jerárquica de la realidad, partiendo de Dios
como ser necesario. Sin embargo santo Tomás recurre a la teoría neoplatónica de
los grados del ser, estableciendo una jerarquía que va de los seres inanimados
a Dios, pasando por los seres vegetativos, los sensitivos y los racionales, en
el mundo material, y por los ángeles en las esferas celestes.
Recurre también a las teorías platónicas de la
participación y la causalidad ejemplar: los seres contingentes reciben la
existencia de Dios, por lo que su existencia participa de alguna manera de la
existencia de Dios, el único ser necesario, lo que conduce a Sto. Tomás a
similares dificultades a las que la teoría de la participación había conducido
a Platón, aunque ahora en un plano más estrictamente teológico.
ARISTÓTELES ha analizado la diferencia que existe entre
la definición y la demostración. La esencia podrá pertenecer a un ente real,
como un hombre, o a un ente ideal, como un triángulo, y la definición asumirá,
por consiguiente, el carácter de lo definitivo. Pero el hecho de que la cosa
exista quedará reservado a la demostración aunque en el terreno de las cosas
inmediatas, la definición de un ente real implicará necesariamente el
conocimiento de su existencia de hecho, tal como lo asegura ARISTÓTELES:
"Lo mismo, es evidente que la quididad de una cosa no va sin su
existencia, pues es imposible conocer lo que es una cosa, cuando uno ignora si
ella existe". La definición de una cosa real supone entonces la existencia
de lo definido y, en tal sentido, las definiciones reales, y no las puramente nominales,
son las que interesan verdaderamente al saber filosófico. De todos modos,
mientras la definición apunta al contenido de la esencia, ella no demuestra, ni
prueba, que la cosa definida exista, o que tal o cual atributo pertenezca a la
cosa. En tal sentido, la definición sólo hace saber lo que el ente es, pero no
puede probar simultáneamente que el ente definido exista. En general, la
diferencia establecida por ARISTÓTELES resulta conocida con el nombre de
distinción entre la esencia y la existencia, o sea entre el contenido
inteligible de un ente y la realidad fáctica de ese ente.
M.’.M.’.
EVERARDO CERECERO MARTINEZ
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