TRAZADO DE ARQUITECTURA “LAS TRINIDADES: “IX. Centro
Diámetro Circunferencia UN solo Cielo, o Ciclo”
CENTRO
Del latín centrum, la palabra centro tiene varios usos y
significados. Se trata, por ejemplo, del punto interior que equidista de los
límites de una superficie o una figura. El centro, por lo
tanto, se encuentra a la misma distancia del norte, el sur, el este y el oeste.
Un agrupación política de
centro es aquélla cuya ideología se ubica en un punto intermedio entre la derecha y la
izquierda: “No soy un revolucionario pero tampoco me considero
conservador: soy un dirigente de centro”.
Por otra parte, el centro es un
objetivo al que se aspira, la base de un plan o un fin por el que se siente
atracción: “Las inversiones directas constituyen el centro de mi
estrategia en los negocios”, “El trofeo es el centro de nuestros
esfuerzos”.
DIAMETRO
Un término griego llegó al
latín tardío como diamĕtrum, que a su vez en nuestra lengua se transformó
en diámetro. Así se denomina a la recta que, pasando por el centro, une
dos puntos de una esfera, una curva cerrada o una circunferencia. También se
llama diámetro a la anchura mayor que presenta un cuerpo de forma
circular.
CIRCUNFERENCIA
La palabra circunferencia es un
término utilizado en geometría para definir a una línea curva cerrada, que se
caracteriza por la ubicación de sus puntos, ya que éstos se encuentran
localizados a la misma distancia de otro punto llamado centro. La
circunferencia a su vez, se encuentra integrada por un conjunto de elementos,
algunos de ellos son: el radio, diámetro, la cuerda y el arco.
UN SOLO CIELO
La Logia, como una
representación del mundo, naturalmente se supone que no tiene otro techo que
los cielos; y está sugerido por el símbolo de la escalera de Jacob. Ahora bien,
esta Escalera Mística, que conecta el piso de la logia, con su techo, es otro
eslabón importante e interesante, que ata con una cadena común, el simbolismo
del mito de la escalera y los ritos de la Iniciación Antiguos. "Esta
Escalera Mística, que vio Jacob en su visión, y que iba de la tierra al
cielo", estaba ampliamente difundida entre las religiones de la
antigüedad, donde siempre se la suponía constituida de siete tramos o
escalones".
El hombre, desde su caída del
cielo -estado de pureza-, es terrestre, de la tierra. El comienzo de su carrera
hacia el cielo (hacia arriba, hacia el espíritu) debe comenzar naturalmente en
o con la tierra (lo físico), en consecuencia, cuando él entra a los Misterios,
primero debe estar solo consigo mismo descender hasta lo más profundo,
despojarse de todo, desaprender, liberarse y emprender una larga travesía en
busca de conocimientos. Es el momento de tomar la piedra y hacerla almohada. En
mullidas almohadas se logran mullidos sueños para una mullida vida sin sentido.
Hay que salirse del confort de lo establecido, de la comodidad de la rutina, de
las prisiones apaciguadoras. Se acuesta en el suelo, apoya la cabeza en la
piedra. Nada es. No hay almohadas. Es uno el que decide que es almohada en cada
circunstancia. Sus deseos deben ser siempre superadores al momento debe
levantar una escalera (esperanzas y deseos). Si él es sincero, entonces,
gradual y laboriosamente, con muchos, sacrificios, promesas y tropiezos,
pasando tragos amargos y dulces, él escala (construye) paso a paso, hasta que
por fin alcanza el tramo final, y logra, a través de la escalera (alma) la
conexión con el espíritu. Llega a la luz, que desde abajo se la ve oculta por
las nubes de la ignorancia. Ha recorrido el camino iniciático, de todas las
religiones antiguas. El Libro de la Ley, que en la mayoría de los Templos
masónicos es La Biblia, está abierto hacia el pueblo masónico para que todos
puedan acceder a la sabiduría en él expresada. Si somos capaces de adquirirla,
podemos ubicarnos acertadamente entre la Escuadra y el Compás, que abiertos
sobre él representa la forma en que se entrelaza en el hombre lo material y lo
espiritual, a través del alma. Allí se inicia la escalera, que reproduce la
visión de Jacob, símbolo de la posibilidad de progreso que le asignamos a la
condición humana, siempre que decida ascenderla utilizando las virtudes que
forman sus escalones. Su extremo se abre a la Estrella de Siete puntas o siete
pequeñas estrellas, la Luz perfecta a que aspiramos, ubicada en un firmamento
que reproduce en sus extremos al Sol y la Luna.
UN SOLO CICLO
Serie de fases o estados por
las que pasa un acontecimiento o fenómeno y que se suceden en el mismo orden
hasta llegar a una fase o estado a partir de los cuales vuelven a repetirse en
el mismo orden. Cuando éstos llegan a su fin, el Maestro de la Logia, ayudado
por los demás Oficiales del Taller, procede a la clausura de los mismos, a su
cierre y recogimiento (clausura, de "clau", "llave"), lo
que se hace, como todo en la Masonería, de manera ritual y simbólica. Con esa
clausura o cierre la Logia ha cumplido su ciclo de manifestación, habiendo
desarrollado hasta llegar a sus propios límites (señalados por el tiempo
simbólico) todas las posibilidades en ella contenidas, y la luz, cuya
irradiación ha iluminado esos trabajos, se repliega progresivamente en sí
misma, retornando así al origen o principio de donde brotó. La Palabra, el
Verbo, el Logos (de donde Logia), esto es el Ser, vuelve a concentrarse en el
"Silencio" de lo inefable e inmanifestado, siendo éste el sentido
profundo que tiene el "juramento del silencio" que todos los miembros
del Taller realizan antes de abandonar definitivamente el Templo. La Logia,
imagen simbólica del Mundo, ritualiza con ese doble movimiento expansivo
(centrífugo) de la apertura, y contractivo (centrípeto) de la clausura, la
cadencia del ritmo universal, del expir y aspir cósmico, pues esta es la Ley o
Norma a la que está sujeto todo lo manifestado, ya se trate de un ser, un mundo
o del conjunto entero de la Existencia Universal. A todo nacimiento le sigue un
proceso de expansión y desarrollo, alcanzados los límites del cual se inicia un
período inverso de contracción, replegamiento y finalmente extinción. A este
respecto, la clausura de la Logia coincide con la "Medianoche en punto",
es decir con el "fin del día", el cual es en sí un ciclo completo
análogo a ciclos más grandes, en los que está incluido.
M.’.M.’.
EVERARDO CERECERO MARTINEZ
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