El mallete, que es como un martillo de madera, representa en la Masonería a la autoridad, por eso es utilizado por el Venerable Maestro, que es el Presidente de la Logia y, por consiguiente, preside los trabajos masónicos, y también por los Primero y Segundo Vigilantes, que son los Primero y Segundo Vicepresidentes de la Logia, respectivamente. Solamente esas tres Luces del Taller hacen uso del mallete.
El mallete “es el símbolo de la voluntad activa, de la energía puesta al servicio de la inteligencia esclarecida por el corazón”. Es de esa manera que el mallete debe ser manejado, principalmente por el Venerable Maestro: con solidez y seguridad, pero con moderación, sin estruendos, para así demostrar equilibrio, serenidad y responsabilidad. Por el sonido de los malletes se puede evaluar el grado de compromiso con la Orden de aquellos que lo manejan.
No está de más recordar que la autoridad de una Logia es ejercida por el Venerable Maestro y por los Vigilantes, pues como está prescrito en el Landmark N° 10, de los que fueron compilados por Albert Gallatin Mackey, una Logia será siempre dirigida por tres Luces.
En la mitología nórdica el mallete era una herramienta que tenía por objetivo la elevación de la fuerza natural del ser humano. Por eso pasó a ser el símbolo de la fuerza y del vigor. Con su origen en la Masonería Operativa, el mallete es en Logia un símbolo de la fuerza superior, de la responsabilidad y del mandato del Venerable Maestro y de los Vigilantes. Representa a la ejecución de las leyes, el manejo del orden a través del ritmo de los golpes. Con el golpe del mallete todas las Tenidas son iniciadas o terminadas. Con el golpe de mallete en el Templo o en un trabajo masónico, todo masón tendrá que obedecer, sin contestación.
Si el Venerable Maestro dá un golpe de mallete, no previsto en el Ritual, la información que refiere, por la forma de comunicación masónica y cuando la Logia está abierta, es que él está solicitando la atención de los Hermanos, principalmente de los Vigilantes. Este pedido de atención también puede darse, cuando él aumenta la intensidad del golpe (debiendo, aun así, atender al requisito de serenidad y equilibrio).
Reconocemos que la Logia está abierta cuando la Tenida tuvo inicio formal, que en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado ocurre luego de que el Libro de la Ley sea abierto, y de la lectura por el Hermano Orador de la parte establecida en el Ritual del Grado de la Tenida.
Cuando el Venerable Maestro o los Vigilantes están haciendo la Señal, y de acuerdo con lo establecido en el Ritual, tienen que dar los golpes de mallete, primero deben completar la Señal, dar el golpe con el mallete con la mano derecha, y luego hacer nuevamente la Señal. Es oportuno resaltar que no se debe dar golpes de mallete, empuñándolo con la mano izquierda.
Con el mallete no deben ser hechos señales o saludos masónicos. El mallete debe estar sobre la mesa cuando el titular realiza la Señal.
Respecto al Saludo Masónico, el Venerable Maestro y los Vigilantes deben posar el mallete sobre la mesa y ejecutar la batería masónica con las manos, dando los golpes del Grado con la mano derecha sobre la izquierda, que debe estar inmóvil, en forma horizontal, formando un ángulo de 90°, con el brazo y el antebrazo. (Rito Escocés Antiguo y Aceptado)
Cuando el Venerable Maestro o el Primer Vigilante, o también el Segundo Vigilante, dejan su lugar ritualísticamente de acuerdo con el Ritual, el mallete permanece sobre la mesa y estos lugares no serán ocupados por otro Hermano.
Recordemos que hay una situación en que los malletes son golpeados incesantemente: ocurre cuando el Gran Maestro entra en el Templo hasta llegar a su lugar en el Oriente, estando la Logia abierta.
Por tanto, se resalta que los golpes con el mallete efectuados por el Venerable Maestro, expresan cómo está su preparación vibratoria y energética para conducir los trabajos en la Tenida. Los golpes no pueden ser tan vigorosos y fuertes que indiquen un desequilibrio emocional, ni tan pusilánimes que demuestren falta de energía o, además, falta de compromiso con el trabajo que está conduciendo. Así, los golpes de mallete efectuados por el Venerable Maestro deben atender a lo determinado en el Ritual, con la debida intensidad y vibración.
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