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LAS TRINIDADES III Sujeto Verbo Objeto Un solo Entendimiento



TRAZADO DE ARQUITECTURA “LAS TRINIDADES: Sujeto Verbo Objeto Un solo Entendimiento”

El entendimiento, por su índole peculiar como la facultad relativa del SUJETO en el conocimiento, se mueve siempre en medio de relaciones entre el sentido que ofrece el dato individual del OBJETO, y la razón, que da los principios generales bajo cuya dirección funciona siempre aquella facultad que, conociendo las relaciones de los objetos y moviéndose entre los dos polos del conocimiento, se da en una infinita variedad de grados y caracteres, que constituyen las diferencias de talento, de aquí, como no tiene el entendimiento propio objeto, sino que en él se mueve el sujeto para interpretar y penetrar los datos del sentido y la razón, o formar nociones abstractas a las cuales no corresponden propias realidades, porque la realidad es total y concreta justamente; de aquí, decimos, la posibilidad del error en la función del entendimiento, a cuya obra o facultad se infiere el error, siendo por tanto posible rectificarlo, porque los datos del sentido y la razón son infalibles, fallando solo la relación en que el sujeto refiere, distingue, compara y compone para la formación del conocimiento. Así, no tiene el error propia base en el espíritu ni toca a la esencia misma de conocer, sino a la relación determinada en que el sujeto pone todas esas propiedades.


Dos grados principales se ofrecen en el entendimiento, según que predomina en su actividad con relación al sentido o a la razón: el primero, en que predomina el dato individual y concreto que se fija en el entendimiento, constituye el entendimiento que pueda llamarse plástico, y el segundo, en el que el entendimiento se aplica a los datos de la razón y los entiende y los refiere entre sí, constituye el entendimiento racional.

La acción del entendimiento en la formación del conocimiento vulgar consiste en ser, como el gestor de nuestra propiedad de conocer, que se mueve y aplica predominantemente hacia las impresiones del sentido para convertirlas en notas intelectuales (bajo supuestos necesarios de razón que llevamos en nosotros mismos y en todo acto de atención se ofrecen) y formar conocimiento individual de los objetos. También, aunque poco, para entender y apropiarse el sujeto, las ideas. Mas donde se constituye el entendimiento en su peculiar esfera es en la formación de las nociones comunes abstractas que, sobre la base del dato sensible y mediante las funciones de abstracción y generalización, suprime o añade notes al conocimiento del objeto, resultando una gradación relativa de conocimientos según la razón inversa de la extensión y la intensión de los conceptos individuales. 

En esta esfera de conocimiento, que se suele llamar, concebible, porque su contenido lo da el sentido y solo la forma es general, se determinan las nociones de género y especie, que en pluralidad de grados usan para sus clasificaciones empíricas las ciencias naturales. En la ciencia sirve el entendimiento para la interior ordenación y enlace del conocimiento, determinando la interior división y clasificación de los conocimientos en el todo de la ciencia y formando juicios en los que se refieren y distinguen justamente los objetos. Pero en todo esto procede el entendimiento según los datos totales de la razón y en atención a la representación sensible, pues la obra del entendimiento sin estos datos reales sería la formal y subjetiva.

En la psicología solo debe estudiarse el entendimiento como facultad del espíritu en su naturaleza y relaciones permanentes, dejando en la lógica el conocimiento y dirección en función en la formación activa el conocimiento y la ciencia, por el modo como recibimos el objeto para su continua permanencia en la memoria, se determina la intensión de esta facultad, aumentando o disminuyendo en la medida de la viveza y persistencia de la impresión, así, nadie olvida las primeras impresiones, los primeros desengaños que recogen la experiencia de la vida. La memoria como actividad natural del espíritu, se ejercita en el doble modo espontaneo y reflexivo, siendo propiamente en este donde más intensión adquiere la memoria  y donde se extiende, afirma y educa esta facultad.

 



M.’.M.’.

EVERARDO CERECERO MARTINEZ

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