El ser humano tiene dos grupos de sentidos; los cinco de todos los conocidos, como el Oído, el Olfato, el Gusto, el Tacto y la Vista.
No hay dificultad sobre el significado de cada sentido.
El segundo grupo se refiere a los Sentidos Espirituales, es decir, la duplicidad de los mismos sentidos físicos, como la Audición y la Visión Espiritual.
El Olfato, que identifica los olores contenidos en el Cosmos; el Gusto que distingue el néctar del alimento espiritual, del cual el que come ya no sentirá hambre ni sed, ya no tendrá sed; La Audición o el Oído, que puede distinguir la música de las esferas de Platón y los sonidos de las canciones de la Corte Celestial; y el Tacto, que absorbe las vibraciones que emanan de arriba, de los Páramos Celestiales y, sobre todo, de la voz de la conciencia, y sobre todo del Tacto que recibe las vibraciones transmitidas por los Hermanos, al estrechar las manos en la Cadena de Unión.
El masón es un ser doble; mitad material, mitad espiritual. Sin embargo, no es suficiente para él saber esto, necesita usar sus dones y, por lo tanto, el conocimiento lo llevará a lugares ignorados y misteriosos.
No hay dificultad sobre el significado de cada sentido.
El segundo grupo se refiere a los Sentidos Espirituales, es decir, la duplicidad de los mismos sentidos físicos, como la Audición y la Visión Espiritual.
El Olfato, que identifica los olores contenidos en el Cosmos; el Gusto que distingue el néctar del alimento espiritual, del cual el que come ya no sentirá hambre ni sed, ya no tendrá sed; La Audición o el Oído, que puede distinguir la música de las esferas de Platón y los sonidos de las canciones de la Corte Celestial; y el Tacto, que absorbe las vibraciones que emanan de arriba, de los Páramos Celestiales y, sobre todo, de la voz de la conciencia, y sobre todo del Tacto que recibe las vibraciones transmitidas por los Hermanos, al estrechar las manos en la Cadena de Unión.
El masón es un ser doble; mitad material, mitad espiritual. Sin embargo, no es suficiente para él saber esto, necesita usar sus dones y, por lo tanto, el conocimiento lo llevará a lugares ignorados y misteriosos.
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