El Manto o Capa es una prenda utilizada en ceremonias filosóficas y religiosas; La Masonería, especialmente en ciertos grados filosóficos, usa esta vestimenta que viene sobre el traje simbolizando la protección divina.
La persona así vestida estará "cubierto" de los fluidos negativos y vibraciones inconvenientes.
En todas las épocas, el manto o capa ha sido utilizada como distinción tanto por reyes como por sacerdotes.
En el Grado de Maestro Masón, el manto es reemplazado por la Chomba, que es una cubierta de tela negro, utilizado para ocultar la personalidad, dando uniformidad a la Logia y, sobre todo, "neutralizando" esotéricamente al francmasón que, juntamente con el sombrero y los guantes, nada dejará al descubierto.
Esotéricamente, el Masón en el templo recibe una capa espiritual, invisible pero protectora. Los videntes lo describen como blanco, diáfano y luminoso.
Todos los masones deberían ponerse un manto o una capa, como si fuera una coraza, una armadura protectora contra los malos fluidos y las vibraciones negativas del mundo profano.
Todos los masones están permanentemente bajo la protección de este manto mágico y espiritual; Consciente de esto, uno vive con calma y seguridad porque bajo el manto protector de Dios no ocurre el peligro.
Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, - 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 236.
5 de agosto.
La persona así vestida estará "cubierto" de los fluidos negativos y vibraciones inconvenientes.
En todas las épocas, el manto o capa ha sido utilizada como distinción tanto por reyes como por sacerdotes.
En el Grado de Maestro Masón, el manto es reemplazado por la Chomba, que es una cubierta de tela negro, utilizado para ocultar la personalidad, dando uniformidad a la Logia y, sobre todo, "neutralizando" esotéricamente al francmasón que, juntamente con el sombrero y los guantes, nada dejará al descubierto.
Esotéricamente, el Masón en el templo recibe una capa espiritual, invisible pero protectora. Los videntes lo describen como blanco, diáfano y luminoso.
Todos los masones deberían ponerse un manto o una capa, como si fuera una coraza, una armadura protectora contra los malos fluidos y las vibraciones negativas del mundo profano.
Todos los masones están permanentemente bajo la protección de este manto mágico y espiritual; Consciente de esto, uno vive con calma y seguridad porque bajo el manto protector de Dios no ocurre el peligro.
Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, - 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 236.
5 de agosto.
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