La música es una de las siete artes liberales. Proviene de la palabra griega "musa", que significa inspiración, poesía, armonía y encanto.
En todas las civilizaciones, la música se cultivaba a través de canciones e instrumentos; inicialmente de percusión, luego de viento y luego de cuerdas; Hoy, con la electrónica, obtenemos los sonidos más variados que puedan surgir.
La música tiene el don de preparar el ambiente para la meditación, para la adoración espiritual; No solo alegra, calma, conforta, sino que puede curar ciertos trastornos nerviosos.
Esotéricamente, los sonidos penetran tan profundamente en los seres humanos que traen armonía y paz.
Platón decantó la "música de las Esferas", es decir, la canción de los seres angelicales.
Todo en el universo es sonido, que a su vez es materia y espíritu.
Las plantas y los animales sienten la influencia de la música y se deleitan al escucharla.
Todos necesitamos momentos armoniosos en nuestras vidas; Momentos de buena música nos consuelan y conducen a buenos pensamientos, de alta espiritualidad.
En las sesiones masónicas, el Maestro de Armonía siempre ofrece programas musicales apropiados para la liturgia y esto proporciona momentos de asombro y maravillosos.
En todas las civilizaciones, la música se cultivaba a través de canciones e instrumentos; inicialmente de percusión, luego de viento y luego de cuerdas; Hoy, con la electrónica, obtenemos los sonidos más variados que puedan surgir.
La música tiene el don de preparar el ambiente para la meditación, para la adoración espiritual; No solo alegra, calma, conforta, sino que puede curar ciertos trastornos nerviosos.
Esotéricamente, los sonidos penetran tan profundamente en los seres humanos que traen armonía y paz.
Platón decantó la "música de las Esferas", es decir, la canción de los seres angelicales.
Todo en el universo es sonido, que a su vez es materia y espíritu.
Las plantas y los animales sienten la influencia de la música y se deleitan al escucharla.
Todos necesitamos momentos armoniosos en nuestras vidas; Momentos de buena música nos consuelan y conducen a buenos pensamientos, de alta espiritualidad.
En las sesiones masónicas, el Maestro de Armonía siempre ofrece programas musicales apropiados para la liturgia y esto proporciona momentos de asombro y maravillosos.
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