La Insignia es la ejemplificación de algo que hacemos o ejercemos; el profesional llevará una insignia que definirá su actividad;
Es, por lo tanto, una insignia, un signo, un emblema, una identificación.
Masónicamente, es la identificación de la posición y el cargo que el Masón tiene dentro de la Logia.
Como ejemplo, diremos que la Insignia del Aprendiz es su delantal impecable.
Los delantales, bandas, medallas, collares, joyas y elogios son insignias;
Cada grado tiene sus propias peculiaridades.
En la masonería filosófica, que cubre diez veces más posiciones y grados que la masonería simbólica, las insignias son más numerosas y variadas.
La tendencia de la novela del masón es equiparse con una "insignia" que lo identifica en el mundo profano.
Hoy en día, hay exageraciones porque, además del clásico distintivo colocado en la solapa, se usan dibujos (indebidamente) en la corbata, anillos, hebillas en los cinturones, logotipos en los papeles, medallas; para mujeres, los accesorios habituales, como broches, medallones, etc.
Si, por un lado, es digno de elogio que el masón se enorgullece de ser, por otro lado, no es más que exhibición y ostentación.
El Masón no tiene interés en identificarse en el mundo profano, ya que su "distintivo" debe ser su personalidad y comportamiento, combinados con su conocimiento.
La sobriedad, en el masón, es una virtud.
Es, por lo tanto, una insignia, un signo, un emblema, una identificación.
Masónicamente, es la identificación de la posición y el cargo que el Masón tiene dentro de la Logia.
Como ejemplo, diremos que la Insignia del Aprendiz es su delantal impecable.
Los delantales, bandas, medallas, collares, joyas y elogios son insignias;
Cada grado tiene sus propias peculiaridades.
En la masonería filosófica, que cubre diez veces más posiciones y grados que la masonería simbólica, las insignias son más numerosas y variadas.
La tendencia de la novela del masón es equiparse con una "insignia" que lo identifica en el mundo profano.
Hoy en día, hay exageraciones porque, además del clásico distintivo colocado en la solapa, se usan dibujos (indebidamente) en la corbata, anillos, hebillas en los cinturones, logotipos en los papeles, medallas; para mujeres, los accesorios habituales, como broches, medallones, etc.
Si, por un lado, es digno de elogio que el masón se enorgullece de ser, por otro lado, no es más que exhibición y ostentación.
El Masón no tiene interés en identificarse en el mundo profano, ya que su "distintivo" debe ser su personalidad y comportamiento, combinados con su conocimiento.
La sobriedad, en el masón, es una virtud.
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