Labor es sinónimo de trabajo; cada tarea masónica dentro del templo se llama labor.
Este trabajo consiste en despertar en el Masón las virtudes que existen dentro del ser humano, pero hay que educarlas, porque nacen como una criatura.
El trabajo masónico es el ejercicio constante para obtener las posturas correctas; la práctica litúrgica perfecta.
El trabajo consiste en la emisión de vibraciones que llegan al prójimo , en la masonería incluso al hermano ausente.
En cuanto se refiere a la construcción del templo, he aquí, cada Iniciado hace su hogar.
Obviamente, el trabajo no tiene una sola cara, también suele ser el imperativo de subsistencia, resultante de un "castigo".
La construcción del templo espiritual colectivo e individual requiere mucho trabajo, pero es digno y agradable.
El trabajo no es penoso, más bien es la glorificación al Creador; lo que el hombre produce es siempre un milagro, una satisfacción, una bendición, un acto de santidad.
La ociosidad es adicción, lo opuesto al trabajo, porque la liberación de la mente permite que las vibraciones negativas y los fluidos se apoderen del lugar destinado a la pureza y la santidad.
Este trabajo consiste en despertar en el Masón las virtudes que existen dentro del ser humano, pero hay que educarlas, porque nacen como una criatura.
El trabajo masónico es el ejercicio constante para obtener las posturas correctas; la práctica litúrgica perfecta.
El trabajo consiste en la emisión de vibraciones que llegan al prójimo , en la masonería incluso al hermano ausente.
En cuanto se refiere a la construcción del templo, he aquí, cada Iniciado hace su hogar.
Obviamente, el trabajo no tiene una sola cara, también suele ser el imperativo de subsistencia, resultante de un "castigo".
La construcción del templo espiritual colectivo e individual requiere mucho trabajo, pero es digno y agradable.
El trabajo no es penoso, más bien es la glorificación al Creador; lo que el hombre produce es siempre un milagro, una satisfacción, una bendición, un acto de santidad.
La ociosidad es adicción, lo opuesto al trabajo, porque la liberación de la mente permite que las vibraciones negativas y los fluidos se apoderen del lugar destinado a la pureza y la santidad.
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