El libre albedrío o "libre juicio" se limita al pensamiento; obviamente, el pensamiento es totalmente libre, porque solo piensa y mira, podemos transportarnos a la Jerusalén celestial.
Sin embargo, el cristianismo no lo admite, porque nada está más allá de la voluntad de Dios; Con la creación del ser humano, su mente se vinculó estrechamente (y no se sometió) a la mente del Creador.
Por lo tanto, el libre albedrío debe interpretarse en su posición y enfoque correctos.
La filosofía masónica otorga al libre albedrío una amplitud inmensa, ya que no tiene que ver con los aspectos religiosos. Esotéricamente, no hay libre albedrío, porque nada puede existir aparte del espíritu.
No se debe confundir el libre albedrío con el "libertinaje", ya que la mente, aunque sin una camisa de fuerza, tiene límites ordenados por la ética, la moral y el amor.
En las Logias masónicas, alguien que quiera expresar sus pensamientos lo hará "de pie y en orden", una postura que controla las pasiones y que limita la libertad del libre albedrío.
Sin embargo, el cristianismo no lo admite, porque nada está más allá de la voluntad de Dios; Con la creación del ser humano, su mente se vinculó estrechamente (y no se sometió) a la mente del Creador.
Por lo tanto, el libre albedrío debe interpretarse en su posición y enfoque correctos.
La filosofía masónica otorga al libre albedrío una amplitud inmensa, ya que no tiene que ver con los aspectos religiosos. Esotéricamente, no hay libre albedrío, porque nada puede existir aparte del espíritu.
No se debe confundir el libre albedrío con el "libertinaje", ya que la mente, aunque sin una camisa de fuerza, tiene límites ordenados por la ética, la moral y el amor.
En las Logias masónicas, alguien que quiera expresar sus pensamientos lo hará "de pie y en orden", una postura que controla las pasiones y que limita la libertad del libre albedrío.
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