Se dice que la dimensión de una logia se compone de tres partes: altura, longitud y anchura.
La dimensión también se dice que son estados de conciencia o jerarquías celestes.
Los tres estados de conciencia: conciencia, subconsciencia e hiperconciencia se aplican a la sala de pasos perdidos, el atrio y el templo.
En la sala de los pasos perdidos, el efecto de lo profano permanece, una vez que el masón ingresa al edificio donde está instalado el templo y mantiene diálogos profanos, saludos, temas interrumpidos de la semana pasada, en resumen, el día a día ordinario.
Lentamente, se está preparando la entrada al atrio, que es el subconsciente; todo lo profano permanece en la sala de los pasos perdidos;
Hay momentos de meditación en preparación para la entrada al templo.
Una vez preparado, el masón ingresa al ambiente fraterno, donde se reúne con su gente para la gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Cada ser humano está dimensionado, es suficiente ser consciente de esto para que su comportamiento sea medido y pesado.
El masón no puede actuar a la ligera, pero sabe que el templo es el lugar santificado donde, por premio (iniciación) se le permitió entrar.
La dimensión también se dice que son estados de conciencia o jerarquías celestes.
Los tres estados de conciencia: conciencia, subconsciencia e hiperconciencia se aplican a la sala de pasos perdidos, el atrio y el templo.
En la sala de los pasos perdidos, el efecto de lo profano permanece, una vez que el masón ingresa al edificio donde está instalado el templo y mantiene diálogos profanos, saludos, temas interrumpidos de la semana pasada, en resumen, el día a día ordinario.
Lentamente, se está preparando la entrada al atrio, que es el subconsciente; todo lo profano permanece en la sala de los pasos perdidos;
Hay momentos de meditación en preparación para la entrada al templo.
Una vez preparado, el masón ingresa al ambiente fraterno, donde se reúne con su gente para la gloria del Gran Arquitecto del Universo.
Cada ser humano está dimensionado, es suficiente ser consciente de esto para que su comportamiento sea medido y pesado.
El masón no puede actuar a la ligera, pero sabe que el templo es el lugar santificado donde, por premio (iniciación) se le permitió entrar.
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