Debajo del dosel en la parte posterior del Venerable Maestro, cuando en su trono, vemos el Delta Luminoso, un polígono geométrico que recuerda a la Santísima Trinidad y trae a la conciencia todo el rango tridimensional simbólico de la tríada.
El delta está iluminado, ya sea por la incidencia de un foco de luz o porque hay una luz dentro de él, una luminosidad que llama la atención y presta características divinas.
Con su "ojo" insertado en su centro, sentimos una "presencia" dominante.
Esta presencia vigilante debe acompañarnos en todo, incluso fuera del templo.
Como símbolo, es el homenaje que el hombre le rinde a Dios, atrayendo su presencia.
El Delta Luminoso es un objeto, pero al mismo tiempo una invocación, ya que, permaneciendo en la oscuridad, cuando se abre el trabajo de la Logia, se le da luz.
Debemos tener este símbolo en mente, conscientes de que somos parte de esa divinidad; sería una reconexión constante con el mayor poder.
El delta está iluminado, ya sea por la incidencia de un foco de luz o porque hay una luz dentro de él, una luminosidad que llama la atención y presta características divinas.
Con su "ojo" insertado en su centro, sentimos una "presencia" dominante.
Esta presencia vigilante debe acompañarnos en todo, incluso fuera del templo.
Como símbolo, es el homenaje que el hombre le rinde a Dios, atrayendo su presencia.
El Delta Luminoso es un objeto, pero al mismo tiempo una invocación, ya que, permaneciendo en la oscuridad, cuando se abre el trabajo de la Logia, se le da luz.
Debemos tener este símbolo en mente, conscientes de que somos parte de esa divinidad; sería una reconexión constante con el mayor poder.
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