El destino siempre ha sido una preocupación de los hombres,
En la mitología griega era un dios, hijo del Caos y la Noche, por lo tanto, un presagio negativo.
El Psicólogo húngaro dr. Zund aclara la posibilidad del "destino terapéutico".
Freud, fue el precursor de la psicología moderna, capaz de "alterar el destino" de sus consultores.
En la masonería, no hay mayor preocupación sobre cuál podría ser el destino porque, esotéricamente, no hay predestinación; siendo un masón una "nueva criatura", deja al "viejo hombre" en la Cámara de Reflexiones.
Esta pérdida es total, incluido el destino.
Si creemos en un Gran Arquitecto del Universo, él puede, perfectamente, en su omnisciencia, "construir" un destino adecuado, hacia la justicia y la perfección.
Lo que sea perfecto nunca cambiará, y el final del "Tiempo" para ese nuevo Mason será global, victorioso y feliz.
Sin embargo, para los incautos e imprudentes, el destino está presente y obedecerá lo que el hombre mismo predice.
El que cree en el Señor sabe que su futuro será glorioso y en la vida futura su descanso estará en su seno, cómodo y eterno.
Nadie debe temer al destino; debemos enfrentar la vida con firmeza, de frente, aceptar el desafío de vivir; la supervivencia será un premio que traerá felicidad permanente.
En la mitología griega era un dios, hijo del Caos y la Noche, por lo tanto, un presagio negativo.
El Psicólogo húngaro dr. Zund aclara la posibilidad del "destino terapéutico".
Freud, fue el precursor de la psicología moderna, capaz de "alterar el destino" de sus consultores.
En la masonería, no hay mayor preocupación sobre cuál podría ser el destino porque, esotéricamente, no hay predestinación; siendo un masón una "nueva criatura", deja al "viejo hombre" en la Cámara de Reflexiones.
Esta pérdida es total, incluido el destino.
Si creemos en un Gran Arquitecto del Universo, él puede, perfectamente, en su omnisciencia, "construir" un destino adecuado, hacia la justicia y la perfección.
Lo que sea perfecto nunca cambiará, y el final del "Tiempo" para ese nuevo Mason será global, victorioso y feliz.
Sin embargo, para los incautos e imprudentes, el destino está presente y obedecerá lo que el hombre mismo predice.
El que cree en el Señor sabe que su futuro será glorioso y en la vida futura su descanso estará en su seno, cómodo y eterno.
Nadie debe temer al destino; debemos enfrentar la vida con firmeza, de frente, aceptar el desafío de vivir; la supervivencia será un premio que traerá felicidad permanente.
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