Los juramentos realizados en la masonería son en realidad "compromisos" y deben tomarse con la máxima transparencia.
Fue en la Edad Media que surgió la "Reserva Mental" cuando los herejes se vieron obligados a abjurar de sus creencias; lo hicieron utilizando la Reserva mental, es decir, el acto de abjurar era un acto mecánico del significado del habla; en su mente, fue denegado de inmediato.
Cuando un candidato durante el ceremonial de iniciación hace su juramento, el Venerable Maestro pide que se le haga "sin reservas mentales", es decir, de manera espontánea, libre y sincera.
El juramento, sin embargo, se realiza exclusivamente durante el acto místico iniciático y ya no se repite.
Los juramentos se refieren a la lealtad del grupo en cuanto a los "secretos recibidos" que deben mantenerse reservados para que la masonería no se vuelva vulgar.
El masón "es un hombre de palabra"; el Sí siempre será un sí; y el no siempre será un No, Esta es una cuestión de carácter y de honor.
El masón es una persona "abierta, franca, pura".
Fue en la Edad Media que surgió la "Reserva Mental" cuando los herejes se vieron obligados a abjurar de sus creencias; lo hicieron utilizando la Reserva mental, es decir, el acto de abjurar era un acto mecánico del significado del habla; en su mente, fue denegado de inmediato.
Cuando un candidato durante el ceremonial de iniciación hace su juramento, el Venerable Maestro pide que se le haga "sin reservas mentales", es decir, de manera espontánea, libre y sincera.
El juramento, sin embargo, se realiza exclusivamente durante el acto místico iniciático y ya no se repite.
Los juramentos se refieren a la lealtad del grupo en cuanto a los "secretos recibidos" que deben mantenerse reservados para que la masonería no se vuelva vulgar.
El masón "es un hombre de palabra"; el Sí siempre será un sí; y el no siempre será un No, Esta es una cuestión de carácter y de honor.
El masón es una persona "abierta, franca, pura".
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