En tiempos pasados, los sacos o contenedores destinados a recolectar la colección estaban hechos de arpillera, es decir, en fibras de yute, para demostrar que estaban destinados a recolectar obituarios para los humildes y necesitados.
Más tarde, pasó a llamarse saco de caridad o baúl de solidaridad, hecho con telas nobles, como terciopelo, satén, etc.
El "giro" del saco beneficiario obedece a un acto litúrgico más importante, porque cuando el masón establece su aporte, se depositará a sí mismo, es decir, sus fluidos beneficios fluirán de la punta de sus dedos. "Magnetizando" la ofrenda.
El Hospitalario, que es el oficial que procede a girar y recoger, distribuirá secretamente los frutos a aquellos que lo necesiten, excluyendo a los masones.
Si un masón se convierte en un necesitado, la ayuda que recibirá será de la Logia con todo afecto y eficiencia; no recibirá limosnas, sino ayuda obligatoria.
Usted, francmasón, mientras hace su aporte , sea desinteresado, recuerde que al dar estamos demostrando los que somos (míseros o generosos) distribuya parte de lo que Dios le ha dado.
Más tarde, pasó a llamarse saco de caridad o baúl de solidaridad, hecho con telas nobles, como terciopelo, satén, etc.
El "giro" del saco beneficiario obedece a un acto litúrgico más importante, porque cuando el masón establece su aporte, se depositará a sí mismo, es decir, sus fluidos beneficios fluirán de la punta de sus dedos. "Magnetizando" la ofrenda.
El Hospitalario, que es el oficial que procede a girar y recoger, distribuirá secretamente los frutos a aquellos que lo necesiten, excluyendo a los masones.
Si un masón se convierte en un necesitado, la ayuda que recibirá será de la Logia con todo afecto y eficiencia; no recibirá limosnas, sino ayuda obligatoria.
Usted, francmasón, mientras hace su aporte , sea desinteresado, recuerde que al dar estamos demostrando los que somos (míseros o generosos) distribuya parte de lo que Dios le ha dado.
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