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LAS ESCRITURAS

Las escrituras pueden ser sagradas o profanas: las sagradas  están formados por los libros religiosos de todos los pueblos.

En una Logia predomina el uso del Libro Sagrado con respecto a la religión de la mayoría de sus miembros.

Si esa mayoría es mahometana, el Libro Sagrado que se colocará en el Altar será el Corán.

Para los masones que se inclinan al materialismo, como lo hacen los del rito francés moderno, el libro que se colocará en Ara (no es concebible, en este caso, podría ser un Altar) será el libro de la ley (constitución del país o los estatutos de la orden).

La confusión se creó en las Logias, ya que hay una corriente que insiste en llamar al Libro Sagrado el libro de la ley.

Sin embargo, en un país como el nuestro, donde predomina la fe cristiana, el Libro Sagrado que se utiliza es evidentemente la Biblia, que también se titula como escritura sagrada.

El francmasón cristiano tiene el deber de velar por la tradición de exhibir en Logia y leer las escrituras sagradas; es decir, la Biblia, ya que las presiones para sustituir lo sagrado por lo profano son frecuentes e incisivas.

La espiritualidad de una Logia se fija en el Ara donde se encuentra el Libro Sagrado, como si fuera una "lámpara para los pies", una "luz divina" y el lugar de nacimiento del Egregore.

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