La Logia Masónica tiene el exterior de un cuadrilátero; por lo tanto, después de dibujar sus diagonales, en la inserción de las líneas, aparece un punto, que se llama el centro geométrico de la Logia.
En ese centro se colocará el Ara o el Altar.
Las catedrales se construyen estrictamente de acuerdo con el punto central; sin embargo, su situación geográfica no es consistente con la precisión geométrica.
El punto central que se conoce es el diseño de la gran pirámide de Keops, ya que es realmente el punto que corresponde al centro de los meridianos y alcanza un punto esotérico en el Cosmos en una línea vertical.
Sin embargo, este centro debe considerarse "simbólico", debido a la imposibilidad práctica de lograrlo.
Desde otro ángulo, el Masón, dentro de la Logia, constituye su centro, considerando que cada Masón tiene su propio templo interno.
El más grande de los símbolos masónicos es el Masón mismo, y por lo tanto es el centro de toda liturgia, todo trabajo y todo interés.
Por lo tanto, como centro, el masón debe ser consciente de que tiene un valor inestimable en las sesiones masónicas.
En el cristianismo, el hombre es también el centro vital de la naturaleza, ya que Cristo habita en él. Y como centro, el masón asume una mayor responsabilidad en todo.
En ese centro se colocará el Ara o el Altar.
Las catedrales se construyen estrictamente de acuerdo con el punto central; sin embargo, su situación geográfica no es consistente con la precisión geométrica.
El punto central que se conoce es el diseño de la gran pirámide de Keops, ya que es realmente el punto que corresponde al centro de los meridianos y alcanza un punto esotérico en el Cosmos en una línea vertical.
Sin embargo, este centro debe considerarse "simbólico", debido a la imposibilidad práctica de lograrlo.
Desde otro ángulo, el Masón, dentro de la Logia, constituye su centro, considerando que cada Masón tiene su propio templo interno.
El más grande de los símbolos masónicos es el Masón mismo, y por lo tanto es el centro de toda liturgia, todo trabajo y todo interés.
Por lo tanto, como centro, el masón debe ser consciente de que tiene un valor inestimable en las sesiones masónicas.
En el cristianismo, el hombre es también el centro vital de la naturaleza, ya que Cristo habita en él. Y como centro, el masón asume una mayor responsabilidad en todo.
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