En todos los pueblos, un grupo en particular se destaca, ya sea por tradición o herencia o capacidad de liderazgo, y comienza a gobernar a sus semejantes; todavía existen reyes y emperadores, sus auxiliares y comandantes directos investidos con el título de nobleza.
En la masonería, esta nobleza persiste, pero en un sentido moral.
Se dice que la masonería desarrolla el "Arte Real", en el sentido de elevar el comportamiento, el estudio superior y la nobleza de los sentimientos.
Los títulos jerárquicos masónicos no se pueden confundir con los títulos de nobleza.
La mayor nobleza del masón es su carácter.
Sin embargo, el francmasón debe respetar los títulos jerárquicos superiores en aras de la disciplina y el desapego.
Ser masón es un título de nobleza por excelencia.
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