Corriente filosófica que considera que todo proviene de la materia; que no hay vida futura y que una vez que la muerte llega al ser humano, el cuerpo se pudre, desapareciendo sin posibilidad de una nueva vida.
Es la filosofía del fatalismo, que permite violaciones de la ética, por lo que no hay pecado ni divinidad.
La masonería es víctima de este materialismo cruel, tanto es así que existen algunos ritos que abolieron cualquier aspecto espiritual de la Logia, suprimiendo la presencia del Libro Sagrado y la invocación a la autoridad espiritual, incluso al Gran Arquitecto del Universo, símbolo divino.
La masonería tiene linderos, que son las normas juradas por los iniciados, y entre las 25 hay disposiciones sobre la fe en Dios y la vida espiritual.
Pobre hombre que no tiene en él la fe en un futuro mejor, en una vida espiritual, en un Eterno Oriente y en El GADU.
El masón debe tener presente, constantemente, que él es parte de la naturaleza y que la naturaleza es divina.
Sin la creencia en un ser supremo, Creador y protector, la humanidad viviría en disputas egoístas y materiales, destruyéndose a sí misma con la fuerza equivalente al artefacto atómico.
Las "innovaciones" e "intentos" de desterrar la masonería del aspecto espiritual son el comienzo de la destrucción; cada masón debe asegurar la integridad de su conocimiento.
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