Expresión latina que significa "que no varía", es decir, lo inalterable y lo permanente.
Se llama Ne Varietur, en Francmasonería, la firma en el libro de asistencia de la Logia, sin embargo, esta expresión en uso no refleja la realidad, ya que la firma no es constante; cada firma difiere de la otra y cambia en cada momento, ya que la estructura psíquica del masón se altera de vez en cuando, solo que el pensamiento cambia de manera que la firma presenta diversificaciones en las pequeñas huellas, ondulaciones, ángulos, etc.
Son estos pequeños cambios los que guían a los grafólogos en el análisis del momento psicológico; las firmas mantienen ciertas tendencias en el formato de carta, pero en general los cambios cubren toda la firma; para los expertos, los grafólogos encuentran estos puntos en común con gran dificultad, tanto que son expertos en la materia.
La firma se acepta porque simboliza la proyección del individuo en el papel; obviamente, de un “nuevo individuo”, de un Neófito que por primera vez pone su nombre en el Libro de la Presencia.
Estrictamente hablando (lo que se está relajando), el Neófito recibe un “nombre simbólico” y será con ese nombre que firmará.
Saber usar el propio nombre es una ciencia; de ese uso dependerá el resultado en tu vida.
Comentarios
Publicar un comentario