Teoría de la reencarnación; transmigración del alma de un cuerpo muerto a otro que nace; la palabra, de origen griego, sugiere que esta reencarnación debe retrasarse, precisamente, "tarde".
La masonería, como entidad espiritualista, no se preocupa por la existencia o no de la transmigración de las almas.
Sin embargo, admite la existencia del Este Eterno, adonde irían los masones muertos, para reunirse en Logias idénticas a las de la Tierra.
La gran cantidad de masones fallecidos forma un rebaño llamado Fraternidad Blanca Universal.
Debido a que la masonería no es una religión, esa Fraternidad no sería una Corte Celestial y no habría una dirección divina, sino simplemente una influencia "mental", considerando que la mente nunca muere.
En la formación de la Cadena de Unión, se cree que participan miembros de la Fraternidad Blanca Universal, dispuestos a actuar en nombre de los necesitados.
Es uno de los misterios insondables de la masonería.
El Masón nunca debe considerarse solo en el mundo, abandonado a su propio destino, ya que, como saben los maestros del Tercer Grado, cuando se hace la Señal del Socorro, se invoca a estos "hijos de la viuda", que sin duda ayudan al necesitado.
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