El Ojo es parte de los símbolos masónicos y lo vemos dentro de la Logia, insertado en el triángulo o Delta Luminoso colocado en el trono del Venerable Maestro.
Es un símbolo de la presencia permanente de Dios, mostrando su omnisciencia.
Se originó en Egipto, que lo utilizó para representar a Osiris; lo encontramos en India representando a Shiva.
Representa la vigilancia divina, que observa y registra los actos humanos; observa el Sol en su trayectoria.
Encontramos que se menciona en las Escrituras, en el Salmo XXXIV, versículo 15: "Los ojos del Señor descansan sobre los justos y sus oídos atentos a su clamor".
En masonería solo se usa un ojo; no hay una definición de derecho o izquierdo.
En un sentido esotérico, es el Tercer Ojo o la tercera visión, que sería el Ojo Espiritual, y no un órgano similar al del ser humano.
Se cuestiona el color de la pupila y la forma de los párpados, ya sean orientales u occidentales; en el Delta Luminoso, las logias ponen el ojo izquierdo, sin párpados y en color oscuro.
Este ojo es, para el masón, una advertencia: no hace nada sin ser observado y por eso guía su vida por la rectitud.
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